Según los resultados de algunos estudios, se ha demostrado que al entrenar escuchando música, mejora la motivación del deportista, y además se contribuye a una cierta distracción, con lo que se consigue no pensar en el esfuerzo que está realizando, incluso puede mejorar la concentración, la resistencia, la tensión muscular, la presión sanguínea, la frecuencia cardíaca y la respiración durante el entrenamiento.
Uno de estos estudios se realizó en Ohio State University, donde han descubierto que los deportistas perciben menos esfuerzo cuando corren escuchando música.
Otro estudio, publicado en el Journal of Sports Medicine and Physical Fitness demostró que la música ayuda a alargar la duración de los entrenamientos.
Y es que, segun el doctor Kostas Karagoerghis (subdirector de Investigación de la Escuela de Deporte y Educación de la Universidad de Brunel de Londres):
«cuando sincronizas tus movimientos con el compás de la música es posible incrementar la intensidad del entrenamiento mediante la aceleración del tempo de la música, en torno a uno o dos latidos por minuto por encima de tu zona de confort»
Como ves, la música se ha convertido en una herramienta imprescindible en tus sesiones de entrenamiento, pero eso sí, asegúrate que la música que escuchas te transmite motivación, da igual que sea David Guetta, la banda sonora de Rocky o heavy metal, esas canciones tendrán que «tirar» de ti cuando tus músculos empiecen a fallar.
Te dejo algunas de mis favoritas, por si te motivan a ti también:
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