Lo primero para comenzar a cuidarte no es sólo apuntarte al gym y comprarte el material que necesitas, como esas zapatillas nuevas o unas mallas alucinantes. Lo primero de todo es analizarte, es ver qué debilidades tienes y qué necesitas. Después tendrás que ponerte unos objetivos claros.
Si partes de una buena base, si ya has hecho ejercicio antes y quieres recuperarlo, te adaptarás rápidamente a la práctica del ejercicio, pero es diferente a si es la primera vez que te apuntas al gimnasio ya que necesitarás un periodo de adaptación con el que debes contar.
Para no desanimarte ni abandonar tu nuevo proyecto de cuidarte te recomendamos tener un PLAN XFitness:
Analiza cuáles son tus fortalezas y debilidades:
Por ejemplo, si eres una persona constante o abandonas con facilidad, si tienes una buena forma física o no, si te gusta hacer ejercicio con música, que tipo de ejercicio te gusta si es aeróbico, …
En el caso de que te guste escuchar música alta a la vez que haces deporte, que necesites bajar de peso y ejercitar todos tus músculos, estimulando todo el sistema cardiovascular y quemar muchas calorías, el spinning podría ser tu aliado.
Establece unos objetivos claros y medibles:
Da igual cual sea el objetivo lo importante es que sea alcanzable y puedas medirlo. Si te propones tener el brazo de un superhéroe o la resistencia de Induráin te rendirás pronto pero si por ejemplo te propones mejorar tu capacidad pulmonar en un 10% y bajar de peso 1 kg lo conseguirás con facilidad y podrás evaluar tus resultados y el esfuerzo para alcanzarlos.
Crea una estrategia:
Ahora te toca pensar en que vas a hacer para alcanzar esos objetivos que necesitas para mejorar tus debilidades y aprovechar tus fortalezas. Para alcanzar esos objetivos que te has fijado en el ejemplo anterior puedes plantearte hacer dos clases de spinning a la semana para comenzar durante el primer mes. Si te agendas esas clases y vas cumpliéndolas lo estarás haciendo bien y podrás ponerte objetivos mayores cada vez sin riesgo de abandonar.
Mide tus esfuerzos y tus logros:
Para ver si vas cumpliendo tus objetivos y si van cubriendo tus necesidades debes medir tu esfuerzo. Analiza si vas asistiendo a tus clases programadas, si notas en cada clase que te vas sintiendo mejor. Por ejemplo, en una clase de Ciclo Indoor mide si vas logrando poco a poco alcanzar la resistencia que el monitor de propone y si incluso la superas, mide si llegas al final de la clase cada vez con menor esfuerzo respiratorio y si tus constantes son cada vez más regulares.
Prémiate de vez en cuando:
Cuando alcances tus metas propuestas tienes que premiarte de algún modo, cómete un helado, vete a comprarte esas mallas ideales o disfruta de un baño relajante porque te lo mereces.